Conozca la importante función que cumplen los aisladores sísmicos a la hora de proteger estructuras y prevenir perdidas humanas cuando ocurre un sismo.
El caucho ha sido utilizado por muchos años en la construcción de diversas edificaciones. En Estados Unidos, por ejemplo, se utilizaba en la década de los 50 en puentes de carretera para hacer frente a la expansión térmica y en los edificios para amortiguar las vibraciones de los trenes. No obstante, fue hasta mucho después que este material fue utilizado para proteger las edificaciones en situaciones de terremoto.
El auge de la utilización de apoyos de neopreno y todo tipo de aisladores sísmicos llegó luego de 1975, cuando el ingeniero sísmico neozelandés Bill Robinson inventó el rodamiento de caucho de plomo (LRB) para su utilización en episodios de actividad sísmica. El sistema mediante el cual funcionan estos rodamientos es similar al de suspensión de un automóvil: los pilares de caucho se deforman, absorbiendo la energía del movimiento como las llantas retienen las vibraciones para que no sean transmitidos al bastidor, o como el exterior de un carro que se destroza para mantener a salvo a las personas en el interior. Así, la pieza funciona como un resorte y el rodamiento vuelve a estar en su lugar.
En el contexto de las obras civiles, los aisladores sísmicos de neopreno funcionan como un piso flexible que no permite trasmitir toda la fuerza del evento a la estructura de la edificación, desviando las vibraciones y actuando como un amortiguador entre el edificio y el terremoto. En el mercado existen muchos apoyos estructurales y mecanismos antisísmicos para proteger construcciones, sin embargo, los aisladores de neopreno con núcleo de plomo son los más vendidos. Por un lado, se ha demostrado que son sumamente efectivos en la prevención de desastres durante eventos naturales, y por el otro, su precio los hace muy asequibles para la construcción de obras civiles.
Aisladores sísmicos para la resiliencia
Los sismos son vibraciones de la corteza terrestre generadas por un movimiento brusco de las capas internas de la tierra. En la actualidad, representan un problema para muchas naciones ya que generan grandes pérdidas humanas y económicas. Por eso, el objetivo es encontrar una forma de que las edificaciones importantes para retomar las actividades económicas y de atención primordial —como hospitales, estaciones de bomberos, policía, etc.— puedan seguir operando luego de un evento sísmico de gran magnitud. Esta cuestión es especialmente urgente en países en donde no se cuentan ni con los recursos ni con la posibilidad de incorporar estos avances de la ingeniería sísmica, ya que el número de personas que mueren en un terremoto está directamente relacionado con el nivel de desarrollo del país.
Es en este panorama en donde los aisladores sísmicos cobran una gran importancia, ya que su utilización puede contribuir al incremento de la resiliencia y aminorar la vulnerabilidad de las edificaciones y de las sociedades en tiempos de desastres naturales.
En Escobar y Martínez le ofrecemos aisladores sísmicos con núcleo de plomo Lead-core Rubber Bearing (LRB) en tres diseños diferentes y con un porcentaje de amortiguamiento del 25% al 30% para garantizar la seguridad de las personas que habitarán la edificación y así pueda ofrecer construcciones de la más alta calidad.
Con la inserción de los aisladores entre los cimientos y la superestructura, o entre las columnas y las vigas, aumentará la flexibilidad de la edificación, reduciendo la aceleración espectral y las fuerzas sísmicas sobre la estructura. Igualmente, nuestros aisladores disiparán la energía en forma de calor (c) permitiendo una disminución adicional de las vibraciones.
Adicionalmente, le ofrecemos apoyos en neopreno para puentes y demás estructuras simples y reforzados, SlideFlon, POT y con anclajes para que refuerce cualquier edificación en la que esté trabajando. Garantice seguridad y duración con los productos que encuentra en Escobar y Martínez.
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